
Año Nuevo, Nuevas Metas,
La vela desplegada sujeta al viento

Ya casi es Navidad, quien más quien menos, todos en la casa hemos colaborado en los preparativos del pesebre o del arbolito.




Asi q aqui te espero, barrigón. No me pongas por escusa q no entra tu barriga por la chimenea como otros años o q la crisis global te dió por atras. 



Esta es una de las historias mas terrorificas que me han contado y la posteo hoy a ver si consigo darte un buen susto. Algunos aseguran que se trata de una leyenda urbana, no creo...seria demasiado. La historia nos relata lo que le sucedió a una niña de nueve años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña poseía todo lo que hubiese deseado y si bien era una niña normal con buena educación, sufría de una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. Sin embargo todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama. Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, ya aproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó al sentir su lengua y durmió otra vez. Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así: "NO SÓLO LOS PERROS LAMEN". Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación. Cuentan que la niña se volvió loca y hasta el día de hoy se encuentra recluida en un sanatorio mental...Si es cierto o no...solo la noche lo sabe, o tu...si es que miras debajo de tu cama...




Este poema pertenece a mi brava amiga guerrera María Jose del blog Mi Mundo Interior.
http://sherezade-mimundointerior.blogspot.com/
Si deseas leer más de sus relatos, visita esta pagina donde también publica siempre:
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/
Muchas gracias amiga M.J. por brindarme este privilegio de publicar tu poema en El Portal.
Gonzy.

El titular de un viejo periódico en la primera plana decía lo siguiente:
Albert Fish:






Uno de los descubrimientos más interesantes es un sendero subterráneo de unos 100 metros de largo. De Anda dice que "hay varias razones para pensar que el sendero es una representación del viaje a Xibalbá. Creemos que no es coincidencia que el sendero avance hacia el oeste, pues en esa dirección se encuentra el más allá,” según las descripciones mayas. Bajo el agua de los lagos subterráneos se hallaron los restos de un altar, con esculturas que indican que estaba dedicado a los dioses de la muerte. El recorrido incluye cámaras en las que es casi imposible moverse sin lastimarse con estalactitas, las que De Anda supone son representaciones de los temidos "cuartos de los puñales", descriptos en el Popol Vuh.
Ahora, ¿por qué los mayas se tomaron el trabajo de reproducir el infierno? De Anda opina que "tal vez sea una manifestación del poder", para que la gente se hiciese una idea de los obstáculos que deberían enfrentar en su camino hacia el paraíso. Puede parecer brutal, pero claro: no tenían TV o cine para mostrar esas cosas.





Esta noche siento una verdadera sed de sangre y me apresto a recorrer nuevamente las callejuelas de Whitechapel. Ya son pasadas las doce. Arranco de un tirón la hoja del calendario que en sus letras negras me marca ahora el 13 de noviembre de 1888. Voy hasta el armario y tomo el maletín, lo abro y reviso mis preciadas pertenencias que amorosamente guardo ahí.
Con las ultimas luces de la tarde mi hermano gemelo y yo arribábamos después de un largo viaje a la mansión de nuestro abuelo. Hacia mucho tiempo que lo no lo veíamos, mas precisamente desde que nos enviaran a Londres a completar la secundaria. Sabíamos de su grave estado de salud y que por esa causa nos encontrábamos de regreso. Pese al esmerado cuidado de su médico de cabecera, su estado era sumamente delicado y ante el inminente desenlace la familia había enviado por nosotros, para que estuviéramos en el momento que dejara el mundo de los vivos y nos despidiéramos de él. Al girar un recodo del sinuoso camino la figura de la imponente mansión se apareció de repente ante nuestros ojos envuelta como en una especie de halo misterioso y fantasmal. Puedo jurar que nos invadió una sensación de estremecimiento simultáneo en la piel al contemplarla. Después de los saludos de rigor, de las presentaciones y de compartir un par de horas con nuestro abuelo que por suerte aun pudo reconocernos, nos aprestamos a la tarea de acomodar nuestros equipajes en una de las habitaciones que nos fue asignada. Deambular por los corredores de la increíble mansión nos tenía de lo más excitados.El tiempo se nos paso volando y luego de la cena nos retiramos a nuestro cuarto a descansar. La enorme habitación y su antiguo moblaje se nos antojó salida de un cuento de espíritus o de brujas. Pasada la medianoche nos despertó la voz de alguien que parecía encontrase detrás de los ventanales. Nos levantamos presos de la curiosidad y apartamos el pesado cortinaje. A la luz de la luna menguante pudimos divisar la figura de una mujer, vestida con una especie de rara túnica, con el pelo rojo semioculto por una manta y el rostro pálido, cadavérico, las cuencas vacías emitiendo dos puntos de luz y unos labios desencajados que nos susurraba en un sonido gutural, como jamás habíamos antes escuchado: "Una araña...una araña...una araña"...Y a continuación, con un lamento estertoroso, más gemido que aliento, desapareció entre los setos que bordeaban la mansión perdiéndose en las sombras de la noche.

La Eternidad. 
El elixir de los dioses paganos,
fuente de la eterna juventud,
placer y orgía de una noche serena,
portadora de deseos y extraños maleficios...
alimento que nutre el ramaje quebradizo de mis venas.

Supuesta redención, única luz en mis sentidos,
divino y sacrílego, vital y destructivo...
un perenne dolor, un recuerdo fatal,
sutil aliento que atravieza las fronteras del tiempo,
una diabólica burla del destino...
La noche.
Mi cómplice perfecta
el remolino final del universo,
estrellas apagadas , oscuros designios...
y una luna pálida y sin vida,
como un poema muerto, sin rimas y sin versos.

